lunes, 21 de mayo de 2012

Historia económica: Los Maravedís


La acuñación de moneda en Castilla comenzó durante el reinado de Alfonso VI, después de la conquista de Toledo (1085), siendo su primer numerario el dinero y el óbolo de vellón, a semejanza de otros reinos españoles. Alfonso VIII de Castilla empezó a labrar el oro hacia el año 1172, y poco después lo hizo Fernando II de León en piezas llamadas maravedís o morabetís, con un peso aproximado de 3,8 gramos cada una.
“El nombre maravedí significa «moneda almorávide», siendo por entonces las de Castilla arábigas y bilingües, es decir, tenían forma arábiga con fondo y significación cristiana en las leyendas árabes. Llevaban una pequeña cruz y el nombre del rey Alfonso en latín, y estaban fechadas por los años de la Era Hispánica, de 1214 a 1255. Se usaron para facilitar el comercio con los musulmanes en los dominios de Castilla. Después de Alfonso X los maravedís fueron reemplazados por la doblas, de a cincuenta un marco, subdividiéndose poco después en otras piezas del mismo género, hasta el valor de cincuenta doblas, durante el reinado de Enrique IV.” (Rodríguez,2003:178)

 Estas monedas, algo disminuidas, recibieron luego el nombre de enriques en tiempo de Enrique IV y de excelentes bajo los Reyes Católicos. Para unos y otros se admitieron sus múltiplos y sus mitades. Alfonso X el Sabio acuñó monedas castellanas de plata fina, el grueso maravedí de plata o burgalés equivalente a la sexta parte del abolido maravedí de oro. El burgalés se transformó luego en el maravedí novén, que era su cuarta parte, y durante los reinados de Alfonso XI y Pedro I se acuñó el real de plata, que valía una doceava parte de la dobla de oro y el triple del maravedí novén (sólo el doble de éste en tiempo de Alfonso XI), subdividiéndose luego en medios y cuartos de real. En las décadas centrales del siglo XIV se abandonó el uso del maravedí como moneda con existencia física. Sin embargo, se continuó empleando el maravedí como moneda de cuenta, para hacer las conversiones entre las diversas monedas en uso. Algunas de estas tenían valores superiores al maravedí, mientras que otras, como la blanca, serían equivalentes a fracciones de maravedí. Así se habla de tendencia a la devaluación del maravedí durante el periodo 1429-1451, seguido de un periodo de estabilidad que llegaría hasta 1460, y devaluándose de nuevo hasta llegar hacia 1480.Tras la Primera Guerra Civil Castellana, a finales del siglo XIV, se hicieron fuertes devaluaciones para poder pagar la guerra. Al estar el maravedí relacionado con el valor de las monedas devaluadas, se creó un nuevo maravedí, cuyo valor era la mitad del viejo maravedí. El maravedí siguió vigente de 1474 hasta entrado el siglo XIX.

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